Dos citas procedentes de mundos distintos, nos han hecho reflexionar y han orientado la búsqueda de nuestras metas. En el prefacio de su libro denominado Humus, el Profesor Prévot del Instituto Pasteur y de la Academia de Ciencias de Francia afirma:
«Que entre las materias claves que preocupan a la humanidad desde los tiempos prehistóricos, figuran en primerísimo lugar los humus, las materias orgánicas del suelo, ya que son fuente de vida vegetal, y por consiguiente de la vida humana y animal, por más lejos que se remonte en la historia, el móvil más potente de los pueblos ha sido la búsqueda y la conquista del humus.»
Las migraciones, guerras e invasiones han tenido como principal finalidad, aunque a veces oculta o subconsciente, la búsqueda de más humus. Ya sean las grandes migraciones asiáticas hacia Europa, las conquistas de Alejandro el Grande en Asia o Africa, los persas, los griegos y luego los árabes hacia el fértil Valle del Nilo, o la extensión de los primeros imperios romanos, que sean los hunos con Atila buscando pastizales nuevos, los rusos extendiéndose hacia las estepas siberianas o hacia las llanuras de Ukrania, los alemanes buscando su «espacio vital», los japoneses nuevos arrozales, o los vietnamitas del norte buscando las ricas tierras del Delta del Mekong, o los nigerianos hacia las llanuras de Biafra, en todas las épocas de la historia el hombre ha matado para conquistar las tierras del humus».
Como latinoamericanos deberíamos considerar que el agotamiento y la falta de este humus en nuestra proia América, condujo a la civilización Itzá, es decir Maya, a su agotamiento final, por ello en su libro de los libros Chilam Balam, Pág. 108, nos hace esta patética advertencia: «De frutos del árbol Ramón (Ramón significa pura rama sin flores ni fruto) será tu pan, porque estériles serán sus años en que sólo el viento pasará y sólo se verá en el cielo la majestad y venerada de Buluc Chaptan, onceayunador (onceayunador es el espectro del hambre: ayuno de once ciclos)… Sufrimientos y gemidos quedarán tras de ellos y tristezas de las moscas en los caminos vecinales».
Trasciende que nuestro ideal es contribuir al desarrollo agrícola de América Latina, dentro de un marco de conservación y de mejora de los suelos. Creemos estar en la avanzada de nuevos conceptos a divulgar, conceptos que deseamos fomenten una agricultura más rentable, más eficiente y sobre todo menos dañina a la ecología , ya que creemos firmemente que la herencia de nuestros hijos será la riqueza que del suelo conservemos o promovamos y por ello estamos apegados a los conceptos que, como los de Albión, definitivamente propenden al enriquecimiento o a la restauración de los valores bióticos de este estado de nuestra madre tierra.
Por ello creemos necesario esforzarnos a lograr un tipo de hermandad que se considere comprometida con los nuevos conceptos biológicos que la ciencia nos está proporcionando a través de tantas escuelas, como pueden ser la Bio-Genética, la Bio-Ingeniería, etc. tal vez el más ansiado de nuestro objetivos sea crear unas relaciones de mutuo aprecio, comprensión y apoyo, con los que con todo entusiasmo nos estén acompañando en esta tarea.